hlain: cuando el desvío se vuelve el camino | review
- Gael Gonzalez

- 26 oct
- 2 Min. de lectura
Cuando todo sale exactamente como no lo planeaste, solo queda perderse para volverse a encontrar. Esa es la premisa que presenta el primer LP de hlain, la banda sinaloense encabezada por Alan Tirado y Pedro Sánchez.

Con once canciones y una duración de poco más de 35 minutos, Lo Bonito del Camino Fue el Desvío se despliega como un viaje lleno de nostalgia, tanto en su propuesta sonora —con tintes de bedroom pop, indie pop, hopecore y dream pop— como en su identidad visual.
Entre letras melancólicas y sonidos cálidos, hlain nos lleva por un recorrido introspectivo en el que resulta inevitable pensar en todas las decisiones que hemos tomado y en aquellas vidas que, quizá, nos faltaron vivir.
El primer track, “memory card”, parte de un elemento que muchxs recordamos de nuestra infancia o juventud: las tarjetas de memoria de las consolas, esas que a veces se corrompían y borraban nuestras partidas por completo. Aquí funcionan como metáforas de una relación que nunca fue más allá de la imaginación, acompañada por la eterna pregunta: “¿qué hubiera pasado si…?”
A lo largo del álbum continúan esos cuestionamientos, idealizaciones y fantasías, sostenidos por melodías envolventes, riffs cálidos de guitarra y líneas de bajo que fluyen con naturalidad junto a la batería. Aunque los elementos son consistentes, la banda logra presentar una amplia paleta de colores sonoros a lo largo del disco.
En la segunda mitad, hacia el cierre, aparece “YNMSI”, una de las piezas más interesantes del álbum. Con un tono más oscuro tanto en su letra como en su instrumentalización, la canción rompe con el ritmo previo: nos sacude, nos crashea y nos invita a bailar mientras lloramos un poco. Su outro vuelve a cambiar la atmósfera, alejándose del sonido al que el álbum nos había acostumbrado.
La única colaboración del disco llega con “nada es iwal”, junto a Mar Luna. Aquí, hlain presenta un diálogo interno: un intento de convencerse de que lo que queremos no siempre es lo mejor para nosotrxs, aun cuando ese algo —o alguien— tiene nombre y tiene ojos, pero esos ojos ya no nos miran igual.
El cierre con “soledah”, “heridas” y “FIN” lleva el disco hacia un territorio menos romántico del extrañar y el anhelar. El tono se vuelve más crudo, casi desesperado, mostrando otra faceta emocional del proyecto.
Sin lugar a dudas, Lo Bonito del Camino Fue el Desvío es un álbum con el que todxs podemos identificarnos. Una carta abierta a la nostalgia, al cambio y a la belleza de perderse —para, eventualmente, encontrarse otra vez.



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